La Estimulación Cognitiva engloba todas aquellas actividades dirigidas a estimular y mantener las capacidades cognitivas existentes. La atención, la memoria, el lenguaje, las funciones ejecutivas son entre otros procesos mentales, susceptibles de ser estimulados y potenciados mediante técnicas o programas de estimulación cognitiva.
Se ha constatado que una adecuada estimulación permite mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Lo más importante, es que al trabajar sobre las capacidades residuales de la persona (las que aún conservan) y no las que ya ha perdido, se puede lograr evitar su frustración. Todo esto contribuye a una mejora global de la conducta y estado de ánimo como consecuencia de una mejora de autoeficacia y autoestima por parte de la persona afectada.
Entre otros, se pretenden los siguientes objetivos:
- Estimular las funciones cognitivas conservadas.
- Enriquecer las relaciones interpersonales, evitando el aislamiento.
- Trabajar en la capacidad funcional, para favorecer el mantenimiento de su autonomía el mayor tiempo posible.
Entre otras actividades, se realizan:
Ejercicios específicos para fortalecer y mantener:
- Las funciones cognitivas: memoria, lenguaje, atención, orientación…
- Las actividades básicas de la vida diaria: higiene, alimentación, vestirse…
- Las actividades instrumentales: manejo del dinero, uso del teléfono, pedir ayuda…
- Las interacciones / relaciones sociales