
El lenguaje es el principal medio de comunicación de las personas. Gracias a él podemos intercambiar ideas y sentimientos. Es una destreza que se aprende de manera natural durante los primeros años de vida.
Dentro de los componentes del lenguaje que se desarrollan durante la infancia encontramos la semántica o vocabulario.
El vocabulario es el conjunto de palabras que forman parte de un idioma específico y son conocidas por las personas que hablan dicho idioma. Hay que tener en cuenta que el proceso de adquisición, consolidación y desarrollo del vocabulario no termina nunca porque la lengua es un organismo vivo y van surgiendo nuevas realidades a las que nombrar. Gracias a él somos capaces de referirnos a las cosas con un nombre y les damos un significado que es igual para todas las personas de nuestro entorno.
Las primeras palabras que conformarán el vocabulario de una persona empiezan a surgir entre los 12 y los 18 meses de vida. En cambio, hay niñas y niños que muestran una dificultad en dicha adquisición y empiezan a aprender palabras unos meses más adelante.
Cuando la adquisición del vocabulario se retrasa o no es la adecuada para la edad puede ocurrir que los niños quieran expresarnos situaciones o hechos para los que no son capaces de poner palabras debido a la falta de éstas en su habla. En muchos casos las niñas y niños que se encuentran ante esta dificultad se frustran y pueden tener problemas de comportamiento, porque no pueden expresar lo que quieren y porque su entorno no es capaz de comprender lo que quieren decir.
Las familias tienen un papel muy importante en la adquisición del vocabulario de sus criaturas, cuanto más contacto tengan los niños y niñas con las diferentes palabras que forman su idioma, más oportunidades tendrán de aprenderlas. Aprovechar las diferentes fiestas que hay durante el año, como en esta ocasión la Navidad, para poder nombrar palabras relacionadas con ese ámbito es fundamental para mejorar y aumentar el vocabulario de los más pequeños de casa.
Algunas de las actividades que se pueden realizar desde casa para estimular el vocabulario son las siguientes:
- Utilizar un lenguaje claro y adulto. Evitar diminutivos y el lenguaje “infantil”.
- Usar frases sencillas adaptadas al nivel de producción y comprensión del niño.
- No reírse cuando el niño cometa errores en su lenguaje.
- Hablar un poco más despacio de lo habitual, pero sin romper nuestra entonación, acento o tono.
Desde Tacte Social nos beneficiamos de las diferentes épocas y festividades del año para poder enriquecer el vocabulario de las niñas y niños que acuden a nuestro centro, fomentando así nuevos aprendizajes y nuevas oportunidades de comunicación.