
La logopedia con bebés es una práctica poco extendida en nuestro país, pero no por ello es innecesaria o inexistente. Se le denomina logopedia neonatal al cuidado de niños desde que nacen hasta los 3 años de edad. Durante estos años las principales áreas de intervención son las dificultades en la deglución y el retraso en la adquisición del habla.
Estas dos áreas se encuentran relacionadas entre sí ya que son los mismos órganos faciales los que permiten su buen funcionamiento: labios, paladar, lengua, laringe, etc.
Existen factores genéticos que determinan el crecimiento de dichas estructuras y factores externos como son las Habilidades Orales de cada bebé:
- Succión
- Deglución
- Respiración
- Masticación
- Habla
El buen desarrollo de las habilidades orales favorece el correcto desarrollo morfológico de las estructuras bucofaciales así como el funcionamiento en sí mismo de dichas habilidades.
Las Habilidades Orales de los bebés se desarrollan gracias a los reflejos con los que la mayoría nacemos, estos reflejos pueden dividirse en adaptativos y protectores:
- Adaptativos: búsqueda, succión, deglución y protrusión lingual.
- Protectores: arcada, mordida, tos.
Los reflejos orales nos garantizan nuestra propia supervivencia cuando nacemos permitiéndonos alimentarnos, progresivamente desaparecen y se adquieren otros hábitos alimentarios (cambio de textura, masticación, etc.).
Ocasionalmente los bebés nacidos de forma prematura (antes de la semana 37 de gestación) o que presentan algún síndrome (afecciones neurológicas), bajo peso o alteración orofacial (fisura labial, paladar hendido, etc.) presentan reflejos inmaduros y/o alteraciones en las estructuras orales, esto provoca dificultades en la alimentación.
Desde la logopedia nos encargamos de valorar el estado de estos reflejos observando su presencia y/o eficacia (madurez y coordinación) en la alimentación oral y ofreciendo alternativas a ésta cuando los componentes neurológicos del bebe se encuentran alterados. Así mismo, se realiza una evaluación general del estado del bebé, además de observar sus reflejos, valorando su postura durante la alimentación, tono corporal, estado de las estructuras orofaciales (labios, lengua, mejillas, paladar, etc.) y cómo realiza la succión nutritiva (con alimento: leche) y la no nutritiva (sin alimento), para ofrecer los apoyos necesarios durante la alimentación (cambio de postura, cambio y mejora en el agarre, etc.). De esta manera podemos comprobar si la alimentación que realizan los bebés es segura, sin riesgo de atragantamiento o aspiración, y eficaz, consiguiendo una buena transferencia de leche, un buen agarre y asegurando la ganancia de peso.
El objetivo principal de los logopedas es conseguir que los bebés no presenten dificultades en su alimentación por vía oral y así poder asegurar, por un lado, un correcto crecimiento neurológico y emocional y, por otro lado, un desarrollo adecuado de las estructuras y habilidades orales que luego se verán implicadas en su habla y comunicación.
Desde Tacte Social queremos ayudar a las familias que se encuentren ante alguna de las dificultades descritas, por ello se da prioridad a las circunstancias y necesidades de cada uno de los bebés que se valoran. La primera valoración puede realizarse en UCI neonatal, en el domicilio o en el centro en función del grado de prematuridad o de las dificultades que presente el bebé. A partir de ella se crea un plan de intervención adaptado a las necesidades del bebé y de la familia, para entre todos lograr los objetivos propuestos con éxito.